En ocasiones especiales, cuando Malta, Trigo y un servidor
nos reunimos, y la economía, lo permite nos gusta disfrutar de la que, para
nosotros, es la mejor cerveza que hemos probado hasta la fecha. Nos vamos a la cervecería
donde todo comenzó y la pedimos de barril, entonces siempre nos sorprendemos de
nuevo y nos decimos: ¡Es que sabe a roble! Esta
es La Chouffe.
Lo sabemos… ¿cómo que sabe a roble?, es el sabor afrutado de
esta cerveza propio de haber fermentado en una barrica de roble lo que nos hace
coincidir en esta expresión. Y la verdad es que desconocemos si en su primera
fermentación esto es cierto, si simplemente le han añadido trazas de roble o nos
lo estamos inventando todo. Sí sabemos que esta cerveza de cebada es de alta
fermentación además de tener una segunda fermentación en botella (¿nos servirá
este botellín para embotellar nuestra propia cerveza?) y que al sabor afrutado
de esta Belgian Strong Ale de denso color rubio dorado le acompaña en el
fondo un ligero toque a cilantro.
Si lees varias opiniones de esta cerveza, verás que todas
coinciden en que el sabor está perfectamente equilibrado o en que gracias a
este no sentirás los 8% hasta que te levantes del asiento, yo me limitaré a
decir que para nosotros esta cerveza belga roza la perfección, teniendo un sabor
peculiarmente diferente.
Por todo esto, esta magnífica cerveza está
en la lista de cervezas que no pueden faltar en tu cata, en mi caso los otros
días la encontré en el supermercado por 2,3 euros y obviamente… ¡no pude
resistirme!
Nota: 9.5/10.
Como ya dije al principio esta cerveza belga es nuestra favorita y por eso se merecía una entrada diferente. Curiosamente no es de abadía, está fabricada por Brasserie d’Achouffe, quienes tienen varios tipos de cerveza que iremos trayendo al blog. Aunque Trigo dice que no sabe situarla dentro de las 5 mejores, en el fondo es un sentimental y no quiere reconocer al hijo predilecto, pues nos encanta y es la que pedimos cuando queremos disfrutar de lo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario